Memorias Senderismo a Tu Aire

Os pasamos las memorias de la sección de Senderismo A Tu Aire de estas pasadas pascuas, así como la realizada este domingo pasado en donde hemos disfrutado del senderismo, nos hemos adentrado en ante salas del mundo subterráneo, disfrutado con juegos tradicionales para los más pequeños y sobre todo gozado de la naturaleza, los amigos y de la familia dando a conocer una parte importante de las montañas que nos rodean y su enterno.

Pascuero en Santo Espíritu Gilet


El pasado viernes 25 de marzo y con motivo de las pascuas, nuestra ruta comenzó en el área recreativa de Santo Espíritu en Gilet. Realizamos una ruta circular de bajo nivel en donde niños y mayores difrutaron de la naturaleza, visitaron la antesala de una pequeña cueva y de regreso al área recreativa después de comer, disfrutaron de una tirolina y una cinta de equilibrio.




  

  


  

    

  
     
  

  


   

  




























 
    
  

 


Cuevas Heladas - Onda

Este domingo 10 de abril Senderismo a Tu Aire se adentró en la Sierra de Espadán.


Comenzamos la ruta circular desde el edificio Molí de la Reixa en Onda, para dirigirnos a la pedanía de Artesa, la cual hemos cruzado por su parte alta para llegar a las Cuevas Heladas, bordeando el río Anna. 




   

  



   

 








Hermoso paraje que nos ha dado la posibilidad de disfrutar de adelfáres, ver y escuchar al martín pescador y una amplia variedad de fringilidos, por lo que hemos decidido subir hasta los restos de la Ermita de Santa Bárbara y hacer un alto en el camino para contemplar la bella vista de la población de Onda, su Castillo y el mar Mediterráneo.




    

  

 




  





   
 
  


  

Después hemos pasado junto al puente de Sonella del S.XIV para dirigirnos cruzando por el centro de la población y disfrutando de sus monumentos arquitectónicos, al punto de partida Molí de la Reixa, dejando para otra ocasión la visita al Calvario y a los restos del Convento de Santa Clara.







  


 








Bonita, distendida y preciosa ruta en la que hemos andado por frondosos pinares, cruzado un riachuelo, subido casi al cielo, desde donde las vistas eran espectaculares y paseado por el centro de la población de Onda disfrutando de sus monumentos históricos. Pero lo mejor de todo, ha sido, sin duda, el reencuentro con viejos compañeros de senderismo y la práctica de risoterapia tras la comida.


 

 

     





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