Memoria Ruta Lágrimas de San Lorenzo

Serra - Castillo de Serra - Serra

11 de agosto de 2016

"Dijimos que iríamos y fuimos"

Con motivo de la llúvia de estrellas, decidimos hacer una ruta circular desde la población de Serra al Castillo de la misma, cenar y regresar a Serra.


Comenzamos la ruta pasadas las 20h y despacio pero sin pausa comenzamos la ascensión hasta la explanada del Castillo de Serra, desde donde divisamos la llúvia de estrellas.












La llúvia de estrellas de las Perseidas es un evento que ocurre todos los años a mediados de agosto. Se trata de una gran llúvia de meteoritos o estrellas fugaces que puede observarse a simple vista. Las "estrellas caídas" que se observan son los restos del cometa Swit-Tuttle que rodea al sol en un período de 130 años. En agosto la órbita de la Tierra coincide con la del cometa, por lo que visualmente las estrellas parecen salir de la constelación de Perseo.



Aunque este fenómeno ocurre cada año, normalmente se hacen visibles unos 150 meteroritos por hora, pero en ocasiones como este 2016 se esperaba que se pudieran ver algo más de 550 estrellas fugaces por minuto.
Las estrellas fugaces reciben el nombre porque se ven como estrellas que cruzan rápidamente el cielo. Una estrella fugaz es una pequeña piedra o polvo que desde el espacio golpea la atmósfera de la Tierra, son tan pequeñas que a veces no son más grandes que una partícula de arena, pero se mueven tan rápido que se calienta y brillan al moverse a través de la atmósfera, antes de desintegrarse. Las estrellas fugaces son llamadas por los astrónomos meteoros.

Tras la corta visita al Castillo de Serra, para vislumbrar el ocaso, regresamos a la explanada. La conversación nos llevó a la cena mientras hacíamos tiempo para que la oscuridad de la noche, nos dejase ver la llúvia de perséidas.




Cerca de la constelación de Perseo es donde pueden verse más fácilmente la mayoría de los destellos de este fenómeno, por lo que nos tumbamos en la oscuridad, lejos de las luces de la ciudad y de la contaminación atmosférica, y a simple vista las vimos como si una estrella normal se estuviera moviendo a gran velocidad, gracias a la tregua que las nubes nos dieron, un año más disfrutamos de las Lágrimas de San Lorenzo. 



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